En Vallecas hubo palo y conjura. Luego, dos semanas de reflexión en las que se restañaron las heridas de las tres derrotas consecutivas, se pusieron los puntos sobre las íes y se dieron la mano los elementos del vestuario para reaccionar cuanto antes. Esa fecha ha llegado. Hoy es cuanto antes. El escenario y el rival no lo ponen sencillo pero es el Betis el que se ha obligado a un triunfo ante el equipo revelación de esta temporada si no quiere que Europa, el objetivo, se convierta en una ecucación irresoluble. El Girona pondrá a prueba si lo hablado…
Vía: Al final de la palmera